Mundo Chico

Te miro congelada,
te admiro fijamente,
me dices: nacer,
te digo: ligero,
me nombras en tu Olimpo,
y te regalo mis anidados bucles,
a veces somos más que dioses,
cuando somos dueños del mundo,
de nuestro mundo chico,
cuando me tomas en tus manos
y volamos más lejos del universo,
más alto que el cielo,
y más profundo que el abismo.

A veces reñimos,
nos encerramos,
no hablamos
solo percibimos,
puede durar poco,
quizá poquito,
nunca llega a mucho,
porque los dioses son dioses
en el mundo chico,
no hay más vivientes en mi mundo
ni más almas en mi anhelo,
por eso siempre reímos,
jugamos, soñamos…

no puedo perderte ni ciega,
ni sorda ni cuerda,
ni me nos elocuente
porque mi elocuencia es loca,
descarriada y torpe
como mi hablar de boca,
esa boca blasfema pero útil,
cuando a la hora de verte
te besa…
te llena…
me satisface de alegría y pena.

soy como la rosa,
tú eres el príncipe,
en nuestro mundo chico
en nuestro apacible e intocable
a los demás seres externos,
mundo chico…